El caso salió a la luz en 2015, cuando la mujer supuso que su hijo mayor, que ahora tiene 10 años, tenía una condición similar a la de alguno de sus alumnos de educación especial.

Por eso lo llevó al pediatra para que le hicieran unos estudios, pero el médico fue categórico: había que hacerle una evaluación psiquiátrica en un centro de Ramos Mejía especializado en la materia.

«Después de tres meses de estudiarlo y de recomendarme que no lo mande mucho con el papá, el psiquiatra me dijo que tenía que ir a hacer una denuncia porque el nene era abusado sexualmente», relató Jorgelina, la madre del chico.

El padre del chico, Juan Facundo Balletti, fue identificado como el autor del abuso sexual de su hijo por lo que Jorgelina lo denunció. El caso es investigado por la fiscal María Alejandra Bonini, titular de la UFI Nº 11 del Departamento Judicial Morón.

El chico dio su testimonio a través de una cámara Gesell «contundente», según fuentes judiciales, y con los estudios médicos quedó comprobado que fue abusado sexualmente durante la primera infancia, hasta los seis años.

La fiscal Bonini pidió la detención de Balletti y el juez de Garantías Ricardo Lago ordenó la detención del hombre, pero el abogado del acusado pidió su eximición de prisión y recién esta semana la Cámara de Apelaciones en lo Penal rechazó el recurso.

El pedido de captura nacional e internacional de Balletti está pendiente, por lo que técnicamente el hombre está prófugo, lo que tiene aterrada a Jorgelina por la posibilidad de que él concrete alguna de las amenazas proferidas.

El hombre está acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.