Cerca de las 2 de la tarde, le tocaron el timbre en el 7° piso a una mujer de 77 años. En la puerta, un hombre le dice que es un empleado del correo, que tenía un sobre que entregarle y que por favor bajara con su DNI.

Cuando la mujer salió de la puerta de su casa para bajar hacia la entrada, tres hombres la estaban esperando en el pasillo. La obligaron a entrar, le taparon la boca y la metieron adentro de forma violenta.

Todo duró poco más de 40 minutos en los que los delincuentes revolvieron toda la casa y hasta destrozaron gran parte de lo que había adentro para encontrar dinero. Incluso, la amenazaron con cortarle un dedo si no les decía donde estaba la plata. Un dato no menor: la puerta de entrada del edificio no estaba violentada.

Los vecinos de la zona creen que el siniestro está vinculado con un robo que sufrió hace dos meses el dueño de un puesto de diarios, al que le robaron las llaves de todos los edificios de la zona en la que hacía envíos. Él dio aviso a todos los departamentos, sin embargo, no todos los edificios cambiaron la cerradura para prevenir. De hecho, en los últimos meses hubo tres robos similares en los departamentos de la zona.