En medio del forcejeo, Salomón agarró un arma de fuego, le apuntó al corazón y disparó. Como ambos estaban en movimiento, el disparo se desvió y la bala no tocó nungún órgano vital. Fue el propio Salomón que la llevó al hospital El Cruce y avisó a los médicos que estaba herida. Inmediatamente se dio a la fuga.

Cintia estuvo internada 18 días. La primer semana estuvo en coma farmacológico y su estado fue realmente crítico. Finalmente Salomón fue detenido y desde entonces pasa sus días tras las rejas.

Cintia poco a poco volvió a vivir. Con su agresor preso, retomó su trabajo y pasa sus días con su hija de 15 años en una vivienda nueva en el Conurbano bonaerense. Sin embargo, en las últimas semanas, una secretaria de la fiscal Mariana Dongiovanni, a cargo de la UFI N° 2 descentralizada en Florencio Varela, le dijo que la defensa de Salomón presentó un recurso de morigeración de prisión ante el Juzgado N°6 junto con varios informes médicos que dicen que el acusado tiene una infección en el hueso de la pierna y pidió la prisión domiciliaria “con salidas laborales”.

Es que además de los estudios médicos, la defensa sostiene que el acusado tiene arraigo familiar y es el sostén de su hijo de 7 años por lo que tiene trabajar. Además el vínculo con su hijo sirve de argumento para descartar una posible fuga, uno de los motivos principales de la prisión preventiva.

“Estoy aterrada. En 15 días este hombre podría salir de la cárcel y nada me garantiza que cumpla la domiciliaria y no me venga a buscar. Ya violó la perimetral que tenía, ¿qué garantiza que no lo haga de nuevo?”, dijo la mujer de 35 años.

En las últimas horas Cintia consiguió una abogada que se presentó como particular damnificada. Se trata de Silvia Paula Grossi. “Con una representante me siento un poco más tranquila pero la realidad es que no quiero vivir escondida con la idea de que me pueda venir a buscar. Intentó matarme, no tengo dudas de que si lo dejan, lo intentará hacer de nuevo”, sostuvo.