El precandidato a presidente del frente Despertar, José Luis Espert, cierra su campaña esta tarde en Pergamino, su ciudad natal, junto a su compañero de fórmula, Luis Rosales. A tres días de las PASO, donde aspira a quedar tercero detrás de Alberto Fernández (Frente de Todos) y Mauricio Macri (Juntos por el Cambio), el economista brindó un discurso para sus allegados y más tarde encabezará una fiesta, que denominó «EspertFest».

Horas antes del cierre de campaña, el economista liberal denunció una agresión contra la camioneta que lo trasladaba a un canal de televisión. Desde su espacio dijeron que había sido baleada, pero las pericias indicaron que los impactos contra el vehículo, en realidad, fueron causados por piedras.

En las primeras horas de la tarde de ayer en Pegamino, Espert se reunió con empresarios locales de una empresa de montaje eléctrico industrial. Luego brindó un discurso, en un hotel de nuestra ciudad.Parado, con un micrófono en la mano derecha, habló frente a unos pocos presentes: familiares, amigos de la infancia, compañeros de equipos deportivos de su juventud, miembros de su equipo de campaña y dirigentes locales del partido Libertario.

Antes de iniciar su breve e íntimo discurso, Espert abrazó largamente a su madre, y con lágrimas en los ojos, dijo al micrófono que estaba «emocionado» y recordó a su fallecido padre. Dedicó el primer tramo de su discurso a sus «afectos», y el segundo a la economía del país, su candidatura y la campaña: «Estoy asustado por lo que le pasa a la Argentina, por eso decidimos componer Despertar», sostuvo el economista, que se considera un outsider de la política y se compara con la irrupción de presidentes como Jair Bolsonaro en Brasil y Donald Trump en Estados Unidos.

«La Argentina llegó a niveles de pobreza donde la mitad de los chicos son pobres. Si seguimos así, en un tiempo va a tener la mitad de la población en la pobreza y va a ser considerada un país africano. El día que la Argentina llegue a eso, nadie va a invertir en la Argentina y todo el que tenga un peso acá, va a irse a invertir afuera», agregó.

También criticó la gestión económica de Macri, culpó al Gobierno de los problemas con su lista a nivel nacional, y acusó al gobierno de la provincia de Buenos Aires de impedir la oficialización de sus boletas para cargos electivos bonaerenes. «Hubo un llamado de la gobernadora Vidal a la Justicia Electoral para que no tuviera chance de competir», lanzó.

En sintonía con sus mensajes de campaña durante las últimas semanas, Espert remarcó que las elecciones del domingo «son una encuesta». «Macri necesita meter miedo a Cristina Kirchner, no hay nada más indigno que eso. Pero tenemos que ejercer el voto y ponerlo en un altar, para votar a quien representa mejor nuestras ideas», expresó.

Y deslizó la posibilidad de un escenario de derrota: «Este voto lo vamos a continuar metiendo, con más diputados, metiendo nuestro partido. Y si no ganamos ahora, en 2023 vamos a volver a intentarlo, para cortar una decadencia que ya tiene mas de un siglo».

Por la tarde Espert recorrió las calles de Pergamino, saludó a vecinos y finalmente se dirigió al local de eventos Craft, donde se celebraba una fiesta que dieron en llamar «EspertFest». Según su equipo de campaña,  el «plato fuerte» de la jornada.