Locales-Visita a los calabozos de la ex Comisaria Primera
El martes a la mañana los jueces del Tribunal Oral Criminal junto a los abogados integrantes de los bloques de la acusación y de la defensa y familiares de las víctimas recorrieron las instalaciones donde fallecieron los siete jóvenes el 2 de marzo de 2017.
El martes: la octava jornada del juicio oral a los seis policías se trasladó a los calabozos de la ex Comisaría Primera para que los jueces y las partes intervinientes en el debate realizaran una inspección ocular.
Los jueces Guillermo Burrone; Miguel Angel Gaspari y Danilo Cuestas junto a la Fiscalía; los abogados de los bloques de la acusación; los defensores de los Policías y los familiares de las víctimas recorrieron las instalaciones de los calabozos de la dependencia policial de Dorrego 636.
La visita sirvió para que los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal 1 tomaran dimensiones de donde ocurrió el siniestro que terminó con la vida de los siete jóvenes y la relación espacial entre las celdas donde estaban los sobrevivientes y con los puntos ubicación de los Policías encargados de la custodia; además de las rejas de comunicación con la parte administrativa de la dependencia y con el patio.
Los familiares recorrieron las instalaciones con mucha intensidad y salieron muy conmovidos al conocer el espacio donde perdieron la vida sus seres queridos y ver los vestigios del lugar donde los encontró la muerte de una forma tan terrible.
El punto principal de recorrida fue la celda 1 donde murieron los siete jóvenes como consecuencia de la intoxicación con el venenoso monóxido de carbono de las intensas llamas propagadas a su alrededor.
Las dimensiones de ese reducido espacio; la disposición de las camas; la ubicación de los sanitarios y la precaria calidad de vida que ofrecía esa celda son los elementos que ha simple vista pudieron internalizar quienes tuvieron la oportunidad de ingresar al recinto de reclusión.
Tras el episodio que terminó con la vida de los siete jóvenes desde la instrucción judicial de la Fiscalía 3 se ordenó preservar como elemento de prueba y de peritaje durante el proceso.
Al recorrer las instalaciones todavía había calzoncillos colgados en una improvisada soga de tendido de ropa; sandalias tipo ´Crocs´; botellas de plástico cargadas con agua; utensilios y distintos elementos que daban cuenta de cómo todo se detuvo abruptamente y quedaron los objetos esperando que alguien los termine de ordenar y les siga dando vida.
La muerte estaba presente dentro de esos calabozos y cada una de las personas que pisaron esas lúgubres instalaciones sintieron el frío de las paredes hollinadas y la dureza de las rejas abandonadas.
Los objetos connotaron la ausencia de quienes los manipularon hasta esa trágica tarde del jueves 2 de marzo de 2017 y los muebles y ambientes de los calabozos permitieron reconstruir la monótona vida cotidiana del encierro.
Las instalaciones con improvisadas conexiones eléctricas; rudimentarios sanitarios; camas de frío hierro; escasas griferías para disponer de asidua higiene lograron convencer de las precarias condiciones de vida a la que estaban expuestos los internos de la Comisaría Primera.
El día anterior declaró ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1 el ex jefe Departamental de Policía, comisario general retirado Rubén Rojo; quien admitió que nunca bajó a ver lo ocurrido a pesar que se encontraba en su despacho que funcionaba en la misma edificación.
Los jueces y los abogados de la acusación y de los policías tuvieron en cuenta la cercanía existente entre la oficina del jefe Departamental; ubicada en la planta superior de la del titular de la Comisaria y a pocos pasos por escalera y recorrida interior de los calabozos.
Fuente: Semanario del Tiempo