Yoga: Una propuesta integral para lograr bienestar
El Yoga se lleva el podio a la hora de evaluar técnicas y herramientas para el logro del tan ansiado estado de bienestar. Su carácter integral vuelve a esta disciplina una de las mejores opciones, ya que una práctica de yoga involucra todas las dimensiones de la persona: física, emocional, mental y espiritual.
Mientras otras ofertas, tan variadas y vueltas una moda hoy, se concentran exclusivamente en la mente o en la emoción, este saber milenario, que es patrimonio de la humanidad y que, gracias a los medios tecnológicos, podemos aprender incluso de forma autodidacta, se ofrece como un buen camino hacia la plenitud. Quienes ya lo transitan desde hace algún tiempo pueden testimoniarlo. Además, se trata de una práctica que pueden practicar niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, cualquiera sea su condición. Para cada quien hay una técnica. El verdadero Yoga no es una prueba de acrobacia; existen incluso variantes que no implican movimiento físico y que son muy beneficiosas para quienes tienen algún tipo de limitación o contraindicación. Sí debemos considerar que quien tenga alguna patología debería recurrir al consejo y guía de un profesional del Yoga y reconocer que se trata de una terapia complementaria.
Incontables son los beneficios de incorporar el Yoga a nuestras vidas. El Arte de Vivir, por ejemplo, destaca los siguientes:
«La pérdida de peso, la obtención de un cuerpo fuerte y flexible, evidenciar una piel saludable y aquietar la mente son algunos de los objetivos que muchas personas se plantean alcanzar en diferentes etapas de la vida. Todos ellos, sin embargo, pueden ser conseguidos en forma conjunta y natural a través de la práctica diaria de yoga.
A menudo, el yoga es parcialmente comprendido como una disciplina limitada a la realización de posturas físicas (asanas). Desde esta perspectiva, su utilidad se percibe únicamente a nivel físico, pasando por alto los beneficios que ofrece en el plano mental-espiritual. Es evidente que cuando el equilibrio se vivencia en todos los aspectos de la vida, el camino se vuelve más sencillo y placentero.»
Así enumera esta entidad las bondades del Yoga:
1 Aptitud física y salud
La salud no sólo se da al alcanzar una buena condición física, sino que se complementa con un equilibrio mental y emocional, según la Organización Mundial de la Salud. Sri Sri Ravi Shankar coincide al señalar que la salud no es la mera ausencia de enfermedad, sino la expresión dinámica de la vida. Aquí es donde esencialmente recaen los beneficios del yoga, mediante la realización de asanas, pranayamas (técnicas de respiración) y meditación.
2 Pérdida de peso
La práctica del Surya Namaskar (“Saludos al sol”) y el pranayama Kapalbhati (respiración abdominal) son dos de las diferentes técnicas que el yoga brinda para la pérdida de peso. Además, con el tiempo, los practicantes tienden a volverse más sensibles acerca de la clase de alimentos que consumen y el momento adecuado para hacerlo. Esto también ayuda a mantener un control del peso.
3 Alivio de tensiones y contracturas
El yoga es un método natural para deshacerse de la tensión acumulada a diario, tanto en el cuerpo físico como mental. En efecto, las posturas y los pranayamas son técnicas eficaces para liberar el estrés, muchas veces manifestado como contracturas en el cuello, la espalda y las articulaciones.
4 Paz interior
Millones de personas anhelan visitar lugares serenos y conectar con la belleza natural. No obstante, pocas veces toman consciencia de que la verdadera paz se encuentra en el interior, al acallar el torbellino de pensamienos y vivir el momento presente. Junto con la meditación, el yoga es una de las herramientas más efectivas para apaciguar una mente perturbada. De hecho, después de una serie de posturas corporales, la mente está más aquietada y preparada para la meditación.
5 Fortalece el sistema inmunológico
El ser humano es una combinación perfecta de cuerpo, mente y espíritu. Una irregularidad a nivel físico afecta el plano mental. Del mismo modo, cualquier inquietud presente en la mente puede manifestarse como una enfermedad en el cuerpo. Las posturas de yoga no sólo masajean los distintos órganos del cuerpo, sino que además fortalecen el sistema muscular. Complementariamente, las técnicas de respiración y los pranayamas ayudan a liberar el estrés, lo que se traduce en una mejora en el sistema inmunológico, comprobado científicamente.
6 Vivir con mayor conciencia
La mente está constantemente involucrada en diversas actividades y pensamientos, oscilando entre el pasado y el futuro; sólo unos pocos instantes logra permanecer en el único momento que existe: el presente. Tomar conciencia de esta tendencia natural de la mente es el primer paso para revertirla. Y el yoga y los pranayamas, a través de la respiración consciente, ayudan a traer la mente al momento presente, lo que aporta un mayor estado de alerta y concentración.
7 Mejores relaciones
Resulta sorprendente, pero el yoga puede incluso contribuir a mejorar la relación con el entorno social, ya sea una pareja, los padres o amigos. Una mente relajada y feliz es capaz de afrontar de manera sensible y sensitiva las relaciones diarias. Es más, la energía y positividad de un practicante pueden contagiar a las personas cercanas.
8 Aumento de la energía
Pasar de una tarea a otra, o tener varias actividades simultáneas, puede resultar agotador. Pero a diferencia de lo que muchos podrían pensar, unos pocos minutos de estirar el cuerpo y relajar la mente permiten recuperar la frescura y el brillo, aun después de una jornada de trabajo arduo. A veces el cansancio ocurre en el plano mental, por lo que el yoga contribuye a restablecer la energía perdida.
9 Mejor flexibilidad y postura
Un cuerpo fuerte, flexible y saludable es el resultado de una práctica continua. Además de mejorar la postura de aquellos que tienen problemas de espalda, el yoga estira, tonifica y fortalece los músculos del cuerpo.
10 Más intuición
El yoga y la meditación tienen el poder de mejorar la capacidad intuitiva, sin esfuerzo. Es un estado que ocurre naturalmente luego de una práctica ininterrumpida, fundamental para la toma de decisiones y el manejo de situaciones diarias y trascendentales.
Fuente: El Arte de Vivir