Pergamino-Mujer y cuatro perros viven hace dos años dentro de un vehículo utilitario
Norma, de 75 años de edad, reside en la parte trasera de un furgón junto a cuatro mascotas donde ella y los animales comen y hacen las necesidades en el interior para preocupación de comerciantes y un hogar de ancianos que funcionan en las cercanías de avenida Yrigoyen y Joaquín Menéndez.
Ella se presenta como Norma Balasone, de 70 años pero en un certificado de antecedentes que exhibe su nombre completo es Norma Beatriz Kmiolkowski nacida en 1945.
Está jubilada y vive hace más de dos años en nuestra ciudad en situación de calle junto a cuatro perros dentro de un vehículo utilitario tipo furgón en condiciones muy precarias.
Hace un tiempo que el furgón está estacionado en la vereda sur de avenida Yrigoyen y Joaquín Menéndez para gran preocupación de vecinos; en su mayoría comerciantes y un hogar de ancianos que funciona en las inmediaciones.
Los vecinos casi no la ven salir del interior de lo que ella considera su hogar que al simple transeúnte o cualquier automovilista que pasa por el lugar no le llama la atención porque parece un vehículo estacionado.
Nadie sospecha que pasa dentro del furgón, pero los vecinos saben que los perros y la mujer no salen del interior del habitáculo y no dudan en señalar los riesgos sanitarios porque sospechan de las condiciones de higiene en e interior.
La mujer reconoce que ella se higieniza y hace las necesidades dentro del vehículo; al igual que los perros que orinan y eliminan sus excrementos en ese mismo espacio donde conviven las veinticuatro horas del día.
La jubilada responsabiliza de estar varada a un mecánico de nuestra ciudad que le hizo mal un arreglo por el que pagó más de cincuenta mil pesos; tal como refiere.
El vehículo tiene desperfectos mecánicos y la mujer hace quince días que no la mueve de ahí y asegura que no molesta a nadie porque mantiene limpio el espacio urbano que ocupa.
Ella señala el paraje La Aurora de la zona rural de Mariano H. Alfonzo y refiere una vida muy sacrificada y sufrida trabajando desde niña en la explotación agropecuaria familiar.
Viuda de un matrimonio adolescente con un primo hermano enumera los enormes logros que como mujer de campo ha logrado en un mundo que en su juventud era plenamente del género masculino.
De su relato se desprende una cronología de su vida con grandes logros y también de una continuidad de traiciones y episodios desafortunados que la dejaron en situación de calle.
Despotrica contra familiares a quienes los responsabiliza de haber perdido campos que le pertenecían y contra el contratista rural que le debe la rentabilidad de seis cosechas agrícolas.
Ella vive de una jubilación que está diezmada por descuentos que viene sufriendo y ella culpa a la administración nacional de seguridad social (Anses) por esos descuentos.
La mujer lamenta que el desperfecto del vehículo le impide movilizarse como quisiera para ver los campos; ir a visitar a un abogado para reclamar el siniestro sufrido con un camión que le dejó dañada la óptica delantera izquierda y le desprendió el paragolpes del furgón Renault blanco.
Además requiere asistencia de un letrado para reclamar la recomposición de los haberes jubilatorios y la demanda al contratista que le debe las utilidades de las seis campañas agrícolas.
Ha trabajado desde los quince años hasta jubilarse y antes de regresar a Pergamino ha residido durante treinta años en San Fernando del Valle de Catamarca.
Ella se niega a recibir asistencia de las autoridades porque refiere que la ayuda que le ofrecen es insuficiente porque no se encuentra en condiciones de pagar un alquiler por más que la ayuden a rentar una propiedad. – Fuente: El Tiempo