Dos delincuentes muertos durante una entradera con toma de rehenes en Gonnet
LA PLATA.- Dos delincuentes muertos -uno de ellos probable integrante de la banda supuestamente desarticulada de los «polichorros»- fue el saldo de una entradera con toma de rehenes y un posterior enfrentamiento con la policía en una casa de Manuel B. Gonnet, partido de La Plata, a escasos metros de la comisaría de esa localidad.
Los dos asaltantes muertos, que mantuvieron cautivas a sus aterrorizadas víctimas, se tirotearon con la policía. Uno de ellos murió en el frente de la vivienda y el restante, en el fondo de la propiedad. Fuentes policiales dijeron que este último se habría suicidado al verse rodeado, lo que no fue confirmado oficialmente.
Aunque hasta anoche los malvivientes no habían sido identificados, fuentes policiales deslizaron la sospecha de que al menos uno de ellos sería integrante de la banda de «polichorros» que actuaba en esa zona y fue desbaratada la semana pasada en un operativo en varias localidades del Gran Buenos Aires. El otro, dijeron, sería un ex convicto que había estado preso hasta mayo último en el penal de Florencio Varela.
La entradera comenzó a las 14.30 de ayer, cuando dos hombres que viajaban en un Peugeot 308 gris -robado hace un mes a un ex jefe policial platense- advirtieron que el portón de una casa de la calle 502 al 2300 estaba abierto y que había dos hombres frente a la vivienda: el dueño de la propiedad, un visitador médico de unos sesenta años, y un podador que trabajaba en uno de los árboles de la casa. Los maleantes se bajaron del auto y redujeron a los desprevenidos hombres, apuntándoles con pistolas 9 milímetros y 45.
«Nos apuntaron a la cabeza. Pedían plata, plata, plata», contó luego Julián Lobo, el podador, quien pasó minutos de terror cuando los delincuentes lo obligaron a entrar en la vivienda junto al dueño de casa. Adentro estaba la esposa del visitador médico, una médica que se descompensó por la tensión y debió ser hospitalizada.
Los ladrones encerraron al matrimonio, al podador y a un techista que también trabajaba en la propiedad en un quincho ubicado en el fondo y se dedicaron a saquear la casa: tomaron dinero y joyas. No advirtieron, sin embargo, que había otro hombre trabajando en el techo y que éste, al ver lo que ocurría, llamó al 911 de emergencias policiales. En minutos toda la cuadra quedó saturada de patrulleros y policías.
Al verse rodeados, los delincuentes intentaron escapar llevando como rehén y escudo humano al dueño de casa. Lo encañonaron e intentaron subir con él a su auto estacionado en la vereda, pero un policía logró separar a la víctima de sus agresores y se desencadenó un tiroteo en el que el asaltante que estaba más cerca del vehículo resultó herido de muerte. El otro también fue alcanzado por una bala cuando corría hacia el fondo de la propiedad. Fuentes policiales dijeron que se habría suicidado.
«Todo duró tres minutos. Cuando oí los tiros sentí miedo y alivio, porque me di cuenta de que había llegado la policía», dijo Lobo.
Luego del hecho, se determinó que el automóvil utilizado por los delincuentes había sido robado al ex subcomisario Eduardo Zanotti, un ex jefe de sanidad de la policía bonaerense. El jefe departamental de La Plata de la policía provincial, Darío Camerini, precisó que el vehículo tenía pedido de captura desde el 5 de mayo.
Los investigadores determinaron que el asalto fue ejecutado con profesionalismo y que parecía «cronometrado», aunque descartaron que hubiera habido inteligencia previa: fue, según su hipótesis, un hecho «al voleo», decidido al ver que el portón de la vivienda estaba abierto y sería fácil entrar. No se descarta que hubieran cometido otro robo antes porque tenían mucho dinero encima, según una fuente del caso.
La fiscal Ana María Medina, que quedó a cargo de la investigación, tomará hoy declaraciones a las víctimas y testigos del hecho.
La de los «polichorros» es una banda que simulaba operativos policiales y allanamientos para irrumpir en viviendas y desvalijarlas. Sus integrantes están acusados de cometer, disfrazados de policías, al menos cinco asaltos en las zonas residenciales de Gonnet, City Bell y Villa Elisa, durante los últimos tres meses. Cuatro personas acusadas de integrarla fueron arrestadas el viernes pasado en el conurbano bonaerense. Otras dos bandas que operaban con la misma modalidad habían sido desmembradas en las semanas anteriores en sendos operativos en Arturo Seguí y en Berisso.
UN BARRIO CASTIGADO POR EL DELITO
Desde hace unos meses, la localidad de Gonnet sufre una seguidilla de robos que mantiene en vilo a la zona norte de La Plata. La policía contabilizó por lo menos una docena de robos y se desbarataron tres bandas de delincuentes, entre ellas la de los «polichorros». A pocas cuadras de la toma de rehenes de ayer viven el ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. El 8 de abril pasado, precisamente, un matrimonio que vive frente a la casa de Randazzo fue víctima de una entradera. Los asaltantes se llevaron joyas y dinero y redujeron también al custodio de la empresa de seguridad privada que acertó a pasar por el lugar. La casa donde ocurrió la toma de rehenes que acabó con dos delincuentes muertos está en un barrio de casas bajas que rodea la conocida República de los Niños..