¿Conocés la ruta argentina que canta?
¿Habrá algo mejor que unir paisajes, rutas y música? Afortunadamente, en este mundo hay lugares donde todo eso se conjuga. La magia del sonido, de la combinación perfecta de paisajes y ritmo tranquilo, puede sorprendernos cuando nos aventuramos a andar caminos.
Hay una ruta de nuestro país que canta. Sí, aunque parezca mentira, hay un camino que, si se transita a la velocidad indicada, produce una melodía. La canción surge como efecto de las vibraciones que emiten las líneas marcadas sobre el asfalto cuando los vehículos pasan sobre ellas.
Se trata de la Ruta Nacional 237, que acompaña todo el cauce del Río Limay, en la provincia de Neuquén. En el kilómetro 1.449 de la ruta, sobre el camino, aparecen pintadas unas notas que señalan el inicio de la carretera musical, y pronto se presentan las hendiduras que, al ser «tocadas», emiten una melodía que hace eco en un hermoso paisaje rodeado de montañas.
Además de la melodía, estas maravillosas postales vivientes te sorprenderán en la Ruta Nacional 237:
Lo que parece una rareza es, en realidad, producto de un descubrimiento que hizo mella en varias carreteras del mundo: España, Japón, Corea del Sur, Dinamarca, Holanda, Estados Unidos, y China, entre otros, cuentan con “rutas musicales”. El propósito es, además de generar un atractivo turístico, ayudar a que los conductores reduzcan la velocidad en determinados tramos del camino.
El sistema recibe el nombre de asfaltófono y se implementó por primera vez en la década del ´90. El efecto musical se logra gracias a la colocación de cientos de finas bandas de frenado sobre la ruta. Así, cuando los automóviles transitan sobre ellas, se producen vibraciones armónicas que configuran una melodía. Al realizar pequeñas hendiduras en el asfalto, de apenas unos centímetros de profundidad, los neumáticos generan sonido y, jugando con la distancia entre ellas y con su tamaño, se pueden reproducir diferentes notas que dan como resultado una canción.
Entre las rutas musicales más famosas se encuentra la denominada Singing Road, en Estados Unidos, un tramo de carretera que transcurre sobre la antigua Ruta 66, en New Mexico. Quienes respetan la velocidad indicada pueden oír a su paso la melodía de America the Beautiful, el cántico patriótico más popular después del himno nacional. Esta carretera musical nació de la mano de la National Geographic Channel, que decidió crearla para su serie «Control de Multitudes», en la que realizan experimentos innovadores diseñados para poner a prueba y conservar el comportamiento social. Para que se pueda escuchar la melodía, los autos no deben exceder los 45 kilómetros por hora. También se creó un asfaltófono en otra ruta de EE.UU, la de Lancaster, California, donde se compuso el extracto más famoso de la obertura de la ópera de Guillermo Tell, de Rossini.
Ruta, paisajes maravillosos, viajes y asfalto que canta, ¿qué más se puede pedir? Eso sí, recordemos que la canción solo sonará si no se exceden los límites de velocidad y que llevar esta práctica de cuidado donde quiera que se abran nuestros caminos, haya o no asfaltófonos, generará una música a la que muchas veces hacemos oídos sordos pero que constituye la melodía más importante: la de la preservación de la vida. ¡Que disfrutes muchos caminos! ¡Que tus travesías compongan tus mejores melodías viajeras! Y que también aprendas a escuchar lo que naturalmente cada senda tiene para ofrecer.