Femicidio de Úrsula: los celulares revelaron la trampa mortal de Martínez.
A menos de tres semanas del hecho, la causa para esclarecer el femicidio de Úrsula Bahillo avanza en manos del fiscal Sergio Terrón.
Con Matías Martínez preso y vigilado por un psiquiatra en una celda de aislamiento en la Unidad N° 49 del Servicio Penitenciario Bonaerense, más precisamente la Alcaidía Penitenciaria de Junín a 50 kilómetros del centro de Rojas, Terrón trabaja con nuevas pericias para definir su pedido de prisión preventiva y su posterior elevación a juicio.
En concreto, se analizan pericias a hisopados y muestras hemáticas para cerrar la causa en menos de un mes según sus cálculos.
La prórroga para el pedido de prisión preventiva fue pedida y se espera que Martínez se someta a un examen mental, según confirmaron fuentes del caso citada por Infobae.
Las aperturas a los teléfonos, autorizadas por la jueza de Garantías del caso, revelaron que Úrsula y su asesino que llevaba oculto un cuchillo de carnicero habían acordado verse por chat, que fue un encuentro concertado.
Le había ofrecido charlar para “aclarar las cosas” y hablar sobre las notificaciones que recibió el asesino sobre las denuncias en su contra, particularmente la de esa mañana, por la que fue notificado.
De acuerdo a estas conversaciones, Úrsula fue a la cita “confiada”, asegura una fuente de peso, hacia un femicidio que sería cometido, calcula el fiscal Terrón, con alevosía y premeditación.
Testigos y cámaras ubican a la joven poco después de las 17 horas en del 8 de febrero, menos de tres horas antes del crimen, saliendo de un kiosco. Terrón determinó que Martínez llevó él mismo a Úrsula a la escena del crimen en su Peugeot. La pasó a buscar, aseguran fuentes de la causa, por las inmediaciones de un conocido local de electrodomésticos en la esquina de Alsina y 25 de Mayo, pleno centro de Rojas. Allí, Úrsula es vista con vida por última vez. Sin embargo, no existen cámaras que muestren cómo Úrsula subió al Peugeot.
Qué pasa en ese período, desde la esquina hasta la muerte, se desconoce. Se cree que el lugar del crimen es precisamente el paraje en Cuartel V. En el auto se encontraron las notificaciones que le hicieron a Martínez como imputado y a Úrsula como victima
Mientras tanto, los otros problemas legales de Martínez que revelaron su violencia machista comienzan a tomar rumbo en los tribunales bonaerenses tras el femicidio bestial y luego de que nadie lo detuviera.
Tras aceptar su culpa por agredir y amenazar en 2017 a Belén, una de sus ex parejas, Martínez fue condenado a 4 años de cárcel de cumplimiento efectivo este lunes por la mañana por el juez en lo Correccional 1 de Junín, Héctor Alberto Barbera.
En paralelo, tenía una causa en su contra en los tribunales de Mercedes por abusar de una adolescente discapacitada, a solas en un auto en 2020, la sobrina de una expareja de apenas 13 años que vive con un retraso madurativo. La Justicia ya había rechazado detenerlo cuando el fiscal Sebastián Villalba de la UFI N°2 de la jurisdicción pidió su arresto el 5 de enero pasado, días antes de que Úrsula lo denunciara otra vez por atormentarla.
El pedido fue presentado en el Juzgado de Garantías N°2 de Mercedes, con su magistrado de licencia en ese entonces. El juez Marcelo Romero, subrogante, a cargo del Juzgado N°1, no hizo lugar al pedido: adujo que no habilitaría la feria, al no desear vulnerar el principio del juez natural, según confirmaron fuentes tribunalicias a Infobae.
Tras el fin de la feria, el fiscal Villalba insistió con el pedido de arresto el 4 de febrero, un día antes de que Úrsula volviera a denunciar a Martínez en Rojas. El pedido de detención fue concedido finalmente el viernes pasado, según fuentes judiciales: otra vez, como con el crimen de Úrsula, Martínez se negó a declarar. Villalba sigue con su investigación para elevarlo a juicio por un hecho aberrante.