La historia del pergaminense que ganó USD 180 mil con bitcoins y ahora no los puede retirar
Pablo Filomeno, oriundo de Pergamino, empezó a invertir en Bitcoins en 2016.Cuando la cotización explotó, empezó su calvario
Cuando todavía las criptomonedas no eran tan conocidas en el mundo y escaseaban las plataformas de compra-venta, Pablo Filomeno empezó a investigar de qué se trataba el negocio y se encontró con Bitinka, la primera empresa de Latinoamérica que permitía hacer operaciones con Bitcoins en nueve monedas diferentes de América, Europa y Asia; entre las cuales se encontraba el peso argentino.
En 2016, cuando el Bitcoin cotizaba USD 700 Pablo se animó a hacer pequeñas transacciones y no tuvo ningún inconveniente. “Era una empresa radicada en Perú que en ese momento también tenía oficinas comerciales en la Ciudad de Buenos Aires y permitía comprar y vender haciendo transferencias bancarias”, contó el damnificado a Infobae.
Pablo arrancó con una cuenta personal y cuando el Bitcoin empezó a subir su cotización lo convenció a su padre, Walter Filomeno, de invertir el dinero que generaba el negocio familiar en ese sitio y juntos abrieron una cuenta empresarial a nombre de Ortopedia Viamonte S.A. la cual está radicada en la ciudad bonaerense de Pergamino.
Desde el 13 de junio de 2017 hasta septiembre de 2018, Pablo hizo varios depósitos que alcanzaron la suma de $482 mil. “Cuando el Bitcoin estaba en USD 7 mil compré un poco más de 2 bitcoins. Luego, con las ganancias que me generaron algunas transacciones comerciales logré llegar a los 3,15 bitcoins”, precisó.En tres años, Pablo logró acumular un saldo de 3,15 Bitcoins en la plataforma Bitinka
“Como en 2018 la cotización del Bitcoin se había estacionado bastante dejé de entrar tan seguido a la página hasta que en un momento la criptomoneda pegó el primer ascenso a USD 20 mil y creía que era una buena oportunidad para retirarme. A mediados de 2019, cuando en Argentina ya operaba la plataforma Ripio, quise pasar todo mi dinero a esa billetera virtual y no pude hacerlo. Tampoco pude traspasar los fondos a mi banco para luego hacer la extracción de la plata”, explicó Pablo, quien alertado de esos inconvenientes técnicos se contactó con el soporte de Bitinka.
Desde la empresa le respondieron que ese problema se debía a que estaban realizando una auditoría interna y que en los próximos días se iba a regularizar la situación. “Esperé, esperé y esperé y seguía sin poder sacar el dinero. Me decían que luego de 90 días hábiles se iba a solucionar pero los plazos se vencían y seguía todo igual. Pero lo que más me llamó la atención es que desde el soporte técnico me dejaron de responder, cuando antes lo hacían de manera inmediata”, relató.
En su desesperación de buscar otra forma de contacto, recurrió a las redes sociales de Bitinka y descubrió que había muchísimas denuncias similares de otros usuarios en el Facebook. “En 2019 éramos alrededor de 400 personas las que no podíamos retirar. Pero lo peor de todo es que la empresa empezó a borrar todos esos posteos, por lo que decidí armar un grupo de Facebook para congregar a todos esos damnificados”, recordó Pablo.Pablo armó un grupo de Facebook llamado «Bitinka Estafa» que nuclea a más de 200 damnificados de América Latina, de los cuales la mitad son argentinos
El grupo se llama “Bitinka Estafa” y actualmente nuclea a 219 miembros que se sienten estafados por el CEO de la empresa, Roger Gabriel Benites Quijano; y su directora, Carla Pierina Caballero Cabrera. “Con la subida estrepitosa de las criptomonedas y dando un poco de difusión al tema, nos empezó a seguir mucha gente con el mismo problema. También armamos un grupo de Whatsapp con unas 66 personas que tienen interés de demandar a su CEO”, detalló Pablo. Entre todos le reclaman a Bitinka que les deje extraer los USD 1,5 millones que les tiene retenidos.
Cuando el escándalo se hizo visible en sitios especializados de criptomonedas, la empresa -que dejó Perú para instalarse en España- emitió un comunicado de prensa a fines de enero de este año donde aseguró que “un grupo de usuarios maliciosos explotaron los errores en las APIs para crear una serie de órdenes de precios fuera de rango de mercado”.
Es decir, Bitinka sostiene que fue víctima de un hackeo que “generó inconsistencia en sus balances y se vio obligada a suspender tanto sus servicios de Bróker y Exchange, como las cuentas de los operadores afectados”. Y a raíz de ello comenzó a auditar a las cuentas que consideraba sospechosas.Mail enviado por Bitinka a sus usuarios donde habla de operaciones fraudulentas dentro de la plataforma
“Yo no soy ningún hacker, a mí me estafaron. Compré bitcoins y ahora no me dejan sacar la plata que es mía”, se enfureció Pablo, quien el 5 de marzo de 2020 recibió un mail de la empresa que informaba que la auditoría se encontraba en la etapa final, al igual que la actualización de las billeteras virtuales.
“Ha sido un proceso largo y tomó más tiempo del que se proyectó en un inicio pero buscamos brindar siempre la mayor seguridad posible por lo cual dentro de poco se habilitarán depósitos y retiros de activos digitales”, decía el comunicado oficial.
Pero los días pasaban y él seguía sin poder retirar su dinero. Bitinka le respondió que a raíz de las maniobras fraudulentas detectadas por sus ingenieros en sistemas las cuentas sospechosas “se restablecieron a su estado real, no pudiendo los usuarios reclamar esa parte de intangibles porque nunca fueron de su propiedad”.Mail enviado por Bitinka donde informa que finalizó la auditoria de las cuentas y que todos los usuarios iban a poder retirar su dinero
Debido a la cotización actual del Bitcoin, que vale más de USD 57.311,50 mil, Pablo le reclama a la compañía alrededor de USD 180.531,225. Para hacer valer sus derechos, presentó una denuncia penal el 19 de febrero de este año ante el Departamento Judicial de Pergamino y planea sumarse a una demanda colectiva que iniciará un estudio de abogados en España especializado en criptomonedas.
“Hay mucha información en internet sobre Bitinka y muchas personas quejándose por las redes. Si bien hay pequeños inversionistas que ya dieron por perdido su dinero, en mi caso necesito que me devuelvan los 3.15 bitcoins que tengo en el sitio”, aseveró Pablo, quien aún no puede entender cómo la página todavía sigue activa.
“Yan van casi dos años que no puedo retirar mis activos. Vivo angustiado y en un estado de impotencia constante por este problema. Espero que este tema tome relevancia mundial y que de una vez por todas los estafadores de criptoactivos sean condenados con todo el peso de la ley porque a mí me estafaron”, concluyó Pablo.Denuncia presenta por Pablo en el Departamento Judicial de Pergamino, en febrero de este año
Desde la ONG Bitcoin Argentina admitieron a Infobae que están al tanto de este caso y que es verdad que a Bitinka la hackearon. “A partir de ahí empezaron a tener problemas con los usuarios y en lugar de resolverlos, siguieron vendiendo servicios y desatendiendo esos reclamos”, aseguró su presidente Rodolfo Andragnes, quien aclaró que “no se trata de un modelo piramidal de estafa sino de un Exchange que empezó a operar mal”.
“Lo que todo esto deja como aprendizaje es que cuando uno quiere comprar y vender bitcoins no hay que dejarlos en el Exchange de la plataforma porque es un saldo que vos ves en la base de datos de ellos. Nosotros siempre recomendamos pasar esos activos a una billetera virtual que te puedas bajar a tu celular. Y si te das cuenta que ese Exchange no te permite hacer eso, desconfiá y no sigas invirtiendo. Por eso, es importante empezar a probar con poca plata”, aconsejó Andragnes.
“Si vos dejás tu dinero en el Exchange estás sujeto a lo que le pase al exchange. Si al Exchange lo hackean, tus bitcoins quedan hackeados con el Exchange. Entonces, si vos tenés los activos en tu celular muy difícilmente te pueda pasar. Lo que pasó con Bitinka ya pasó a ser un tema legal. Pero hay que tener en claro que a la larga todas pueden ser hackeadas y queda en uno tomar los resguardos necesarios para proteger el dinero”, sentenció el presidente de la ONG Bitcoin Argentina mientras que Pablo está pagando las consecuencias de esa intromisión maliciosa en el sistema informático que le hizo perder todos sus ahorros. Por Cinthia Ruth-INFOBAE